Como por arte de magia o mas rápido que
hacer un chasquido, así iniciaron las parejas a hacer cancelaciones de las
bodas programadas y otro tipo de eventos, no solo a nivel nacional, sino a
nivel mundial ante el avance sin frenos de la pandemia por el Coronavirus
SARS-COV-19 mejor conocido como COVID-19.
La pandemia, que inició en la ciudad de
Wuhan, China, en menos de 3 meses ha dado la vuelta al mundo haciendo colapsar
los sistemas sanitarios, de transporte y comunicaciones de las potencias mas
poderosas del mundo: “lo nunca antes visto”.
En honor a la verdad, ningún país en el
mundo se preparó para enfrentar una crisis sanitaria de ese nivel. Faltan
insumos, carecen los profesionales sanitarios y el pánico generalizado creado
por la “infomedia” se ha apoderado de todos. Es la primera vez en la historia
que enfrentamos una epidemia en tiempo real.
A cada momento, vemos las noticias de la cantidad de contagios,
fallecidos y hospitalizados y la poca capacidad para enfrentarlo que tienen
nuestros países; motivos mas que suficientes para no escapar a la histeria
colectiva.
Conociendo el esquema social y económico de
nuestro país, hemos escuchado algún que otro “gurú” que se ha aventurado a
aseverar que lograremos levantarnos económicamente en menor tiempo del que
podríamos imaginar. Pero nos aconsejan que no estemos tan tranquilos. La economía dominicana tiene un fuerte vínculo
con la del resto del mundo, tanto por la vía de sus exportaciones de bienes,
como por el turismo, la inversión extranjera directa, la inversión de cartera y
las remesas. Cada uno de estos sectores son generadores de divisas, por lo que
son fuertes soportes de las reservas internacionales y por esa vía a la
estabilidad cambiaria; pero además, representan una fuente importante de
ingresos fiscales y de fondeo al gasto público.
Ante un
panorama incierto con el turismo mundial, es de preverse que para República
Dominicana la actividad turística se vea mermada en forma importante, dado que
durante el 2019 en un entorno internacional más favorable y por acontecimientos
internos de poca significación, mostró un tímido desempeño.
La
industria de bodas y eventos en la República Dominicana
Durante la novena edición del foro de lujo más
importante de Latinoamérica, LuxuryLab Global, el CEO y director General,
Abelardo Marcondes, nombró a República Dominicana como el “Destino de
lujo más importante del Caribe”. Dicho reconocimiento se debe a que el país
mantuvo un aumento del 3.9% durante el primer semestre de 2019 en la captación
de turistas internacionales.
El Viceministerio Técnico del Ministerio de
Turismo (MITUR) de República Dominicana publicó en su informe semestral el
arribo de 3,575,298 visitantes (no residentes) por vía aérea. Una estadística
que representa un incremento de 134,493 visitantes respecto al mismo periodo
del año 2018.
Pero qué tienen que ver estos datos con la
industria de bodas y eventos? Pues tiene que ver y mucho! El país está
entre los lugares más cotizados de Latinoamérica y el Caribe para realizar una
boda, y entre los 50 mejores destinos de bodas y eventos del mundo, según el
principal portal de bodas TheKnot.com. Además, recientemente ha sido elegido
como el destino de lujo del Caribe 2019, según el LuxuryLab Global.
En República Dominicana se realizan, en
promedio, 10 mil bodas de turistas al año, de las cuales más de 1000 son bodas
de lujo.
No es diferente a la hora de organizar un
evento empresarial o institucional. República Dominicana es siempre un
atractivo para cautivar asistentes a actividades como congresos, foros,
conciertos, torneos de golf, entre otros. Desde el 2017, la preferencia por el
país se reflejó en la elección de República Dominicana como sede de
eventos de relevancia mundial, como el famoso torneo de golf internacional PGA
Tour, que se realiza en Punta Cana.
Si bien es cierto que los paisajes que ofrece
el país son únicos, también lo es el servicio que los turistas reciben,
específicamente en sus eventos.
Estamos preparados para esta pandemia y sus
efectos sobre la industria? No, no lo estamos. Ciertamente, en la actualidad no
están contabilizadas las pérdidas de hoteles y destinos. Pero llevando el tema,
a la región focalizada, tampoco hay contabilidad sobre los proveedores directos
e indirectos y lo que eso ha significado en la estabilidad de sus economías.
Tal es el caso de las locaciones para eventos, las empresas de alimentos y
bebidas, fotógrafos, camareros, luminotécnicos, casas de alquiler, cultivadores de flores y los
organizadores de eventos; para quienes ha sido todo un reto sobrevivir a la
actualidad.
La incertidumbre de no saber hasta cuando se
extenderá esta pandemia puede desanimarnos. Pero no es momento para rendirnos,
es momento para re-inventarnos y re-orientar a nuestras parejas y clientes,
sobre las opciones que pueden estudiar. Desde posponer (si, el amor no se
cancela, se pospone!), hasta realizar pequeñas actividades íntimas, llenas de
detalles!
Cuando sobrepasemos la curva, nos toca como
profesionales del área implementar mecanismos de protección y alternativas de
higiene prácticas, pero eficientes. Como crear ambientes interesantes y
atractivos para lavarnos las manos;
hacer obsequios y souvenirs de higiene y evitar el contacto con ojos, nariz y
boca. Mantener contacto directo con las autoridades e inspirar calma son
esenciales para el buen desenvolvimiento de tu actividad; ya que por encima de
nuestros deseos de celebrar, la última palabra la tienen las autoridades
pertinentes. Estar positivos, finalmente, nos ayudará a encontrar la mejor
opción entre todo, pues lo que se hace con amor sabe esperar!
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